Una ayuda básica: el conocimiento anátomo-fisiológico

Posted by Georgina Barbosa -


Este articulo tiene como fin dar los conocimientos científicos generales relacionados con anatomía, fisiología genital y reproducción humana. No podremos sin ellos explicar, fundamentar o aclarar las dudas de los niños.

Entendemos que debemos manejar un lenguaje lo más libre posible del peso grosero, sucio, oculto que tienen las palabras con que frecuentemente el niño aprende en la callé, o con sus amigos en la escuela o en el gimnasio ¿os conocimientos sobre el sexo. A medida que se le explique se irán sustituyendo los términos y llegaremos a los que nos permiten hablar más cómodamente.

Dos anécdotas diferentes sobre el lenguaje

En 1960 en un sexto año, con los padres presentes, nos reuníamos una vez por semana para conversar sobre el crecimiento, desarrollo, fecundación, nacimiento y todo lo que los padres y alumnos planteaban.

Un varón de 14 años, con problemas de conducta y rendimiento bajo, después de varias reuniones me escribe en una hoja de carpeta, con prolija letra, una columna de palabras que contenía prácticamente todo el vocabulario obsceno conocido y frente a cada palabra un signo de igual. Me entregó la hoja y dijo: "póngame al lado de cada palabra la que dice lo mismo pero se puede usar, sin tener vergüenza".

En otras clases hizo excelentes preguntas que demostraban que sabía muy poco con respecto a su crecimiento y otros temas sobre el sexo; consultando siempre su lista de sinónimos. Mantuvo durante el resto del año un respeto mayor con sus compañeras que antes se quejaban de sus groserías. Había trasladado por lo menos durante ese año, todo lo sucio que él había aprendido del sexo, a las llamadas "malas palabras"; con el nuevo lenguaje pudo, no sólo hablar, sino aprender y mejorar la relación con las niñas.

Otro niño, de seis años, criado en un hogar donde los padres fueron introduciendo desde pequeño un le guaje correcto, hablaron y actuaron naturalmente con respecto al sexo; entra a un club de deportes. Días después comenta: ¿sabes papá que en el club a los testículos los llaman huevos?

A pesar de que un lenguaje científico garantiza una mejor comunicación no queremos afirmar que los términos científicos aseguren un conocimiento científico. Transcribimos lo que la doctora D. Walter Baruch hace años escribió en su sitio "Nuevos métodos de educación sexual" y que compartimos plenamente.

..."Desde el punto de vista del niño, cuanto más familiar se sienta con el lenguaje, menos difícil le será traducir en palabras sus fantasías, interrogantes y sentimientos.

Exactamente igual, ocurre con nosotros. En efecto, cuanto más cómodos nos sintamos, tanto más provechoso para él. No es bueno introducir una nota adicional de incomodidad en una materia donde ya hay suficientes azares como para sentirse tranquilos y seguros.

Algunos padres se sienten más cómodos empleando términos científicos. En ese caso deben usarlos. Otros padres se sienten más a gusto con los términos que empleaban cuando eran chicos o con otros términos infantiles. Con otros padres, la elección más cómoda varía según la edad del niño. Prefieren usar los términos infantiles cuando sus hijos son más pequeños, y dejar los científicos para más adelante. El introducir sinónimos gradualmente, el usar ambos, el término antiguo y el nuevo durante un tiempo, puede ayudar a hacer menos rígida la transición concerniente a todo esto. En cualquier caso los padres querrán que sus hijos aprendan los términos científicos gradualmente a medida que maduran."

" Pero lo más importante...

Si no lo hacemos, el chico lo sentirá de todos modos (de nuevo la sinceridad es lo mejor). El se va a sentir más cómodo, también, si le podemos agregar que nuestra dificultad proviene de algo en nosotros, debido a la manera como fuimos educados. De otro modo, es capaz de pensar que hay alguna cosa en él que nos está incomodando y que no debe hacernos más preguntas.

- Debby, 8 años, dice: ¡mi padre se pone tan nervioso con el sexo! Se esfuerza por hablar razonablemente, pero uno puede hallar que se pone tenso y trata de ocultarlo, de tal forma que uno se turba por temor a que él se dé cuenta de que uno lo ve. Mi madre es mejor. También se pone nerviosa. Pero cuando era chica no tuvo mucha ocasión de hablar de esas cosas. Ella me lo dijo. Dice que todavía tiene un poco de dificultad, pero de todos modos seguiremos adelante. Ella nunca va a aprender a hablar mejor si no practica.

Esto nos retrae a nuestros propios comienzos. Si nuestra actitud hacia el sexo no es como nos gusta, si nuestra respuesta al sexo no es la que deseamos, necesitamos saber firmemente: esto no se debe a que algo innato y congénito esté mal. Nosotros llegamos a pensar y sentir de esta manera a través de las experiencias que tuvimos. Desembocamos en ellas a través de lo que aprendimos a medida que crecimos. Ahora bien: desde el momento en que fuimos capaces de aprender de una manera, podemos aprender de otra. No es demasiado tarde. El aprendizaje más importante de todos, es aprender a ser tan sinceros como podamos con nosotros mismos.

¡Si no lo hubiera hecho! proclama un natural remordimiento. Pero no tenemos necesidad de creer que una vez que se ha errado está todo perdido. En la evolución sexual, como dijimos, cada período de la vida posee resabios de cada uno de los períodos que pasaron. Los remanentes pueden estar adheridos especialmente a los años de la infancia. Pueden fijarse antiguas hambres (antiguas carencias).

Nosotros podemos contribuir a eliminar esos remanentes y alimentar estas antiguas hambres de una manera mucho más apropiada, si con sinceridad nos enfrentamos con los errores que sabemos, cometimos.

"Realmente,

"El error solo, raramente importa.

"La relación total importa mucho más. "Nosotros podemos, de hecho, cometer una "cantidad de errores. Pero si los sentimientos "internos de estar con un niño se combinan con "la nueva disposición de dejarlo crecer y andar "no obstante proveyéndole con nuestra fuerza "inconmovible, control y apoyo, entonces el "simple, doble o triple error, se perderá. Su influencia disminuirá más todavía si podemos ad-"mitir cambios dentro de nosotros mismos, an-"tes que "aferramos a nuestros fusiles" para "defender viejas actitudes.

"En el curso de nuestra vida no vamos a po-"der "hacer todo". Pero tenemos la esperanza de "que podremos ayudar a nuestros hijos a adquirir actitudes hacia el sexo más libres y menos "supeditadas a lazos tradicionales que aquéllas "con las que la mayoría de nosotros fuimos educados."

0 comentarios:

Publicar un comentario