Educación sexual. ¿Obra de quién?

Posted by Georgina Barbosa -

Las mismas condiciones valen para el profesor o adscripto que haga educación sexual a nivel liceal, aunque aquí el problema se plantea en otros términos. El adolescente está enfrentado a la problemática del qué hacer, aquí y ahora. La pubertad se impone con sus cambios incontrolables; el niño vivió su crecimiento, el adolescente lo sufre y en ese crecimiento lo sexual tiene un lugar de privilegio pues es el momento en que se pasa de la sexualidad más o menos difusa a la sexualidad genitalizada. Esto impone la necesidad de una pedagogía específica, donde se combine de una manera adecuada, la educación colectiva, y la atención a los problemas personales.

En este campo relatamos una experiencia en la que una de las autoras participó en 1967. Nos reunimos profesores, psicólogos y maestros durante tres meses para conocernos y exponer puntos de vista, dudas, experiencias anteriores y unificación de explicaciones. Nos visitó un profesor de otro centro de enseñanza oficial que se había enterado de la experiencia que emprenderíamos. Oyó nuestra posición y dudas que aún quedaban cuando dijo muy asombrado: ¿por qué se complican tanto? El también daba educación sexual, en su clase, y esta consistía en enseñar a los varones a no dejar embarazadas a las jóvenes; usaba el vocabulario de los alumnos "así se comunicaba mejor". No hay duda de que ésta también es educación sexual, pero similar a la de la calle, que funciona sistemáticamente desde hace muchos años sin que nadie la controle o juzgue. Un ejemplo más de que deben prepararse especialmente las personas que trabajarán en el área de la educación sexual.

Esta experiencia liceal que se realizó con 720 alumnos, nos convenció que el método de trabajo empleado es el que presenta mayores ventajas. Frente a cada grupo de alumnos (eran 18 grupos) trabajó una pareja de profesores y durante el transcurso de las clases nos seguimos reuniendo con el fin de intercambiar experiencias y considerar las inquietudes de los jóvenes. El trabajar en pareja cumple una doble finalidad, por un lado la importante fijación de una pareja normalmente integrada, y por otro la seguridad de vencer inhibiciones y lograr una buena comunicación acerca de estos temas con el sexo opuesto. Por último se logró el control de un integrante de la pareja sobre el otro, facilitando de este modo la evaluación posterior. Los alumnos aceptaron esta innovación metodológica sin reparos y les sirvió para mejorar la comunicación con el otro sexo y con sus padres. El informe completo de la experiencia se presentó al XII Congreso Interamericano de Psicología, Montevideo, 1969.

En esta etapa, la metodología debe prever la existencia de explicaciones y trabajo colectivo a base de diálogo y presentación de material para su consideración y discusión, con trabajo individual pues hay adolescentes que necesitan presentar su problema en privado, sin que esto signifique que el profesor tome las funciones de psicoterapeuta; es una modalidad de trabajo a plantearse dada la edad de la población que se educa.

Decíamos al principio que la educación sexual es obra de todos, la iglesia, las instituciones deportivas, las instituciones médico-ginecológicas también van a contribuir a la misma.

La iglesia y las clínicas se dirigen en general a una población adulta, su trabajo será distinto si esos adultos tuvieron o no una formación en este campo; en el primer caso, prepararán para resolver los problemas que plantean las nuevas condiciones de cada pareja y las condiciones socio-económico-culturales del momento en que viven; en el segundo deberán suplir carencias, además de encarar la problemática de la edad; nuevos métodos, nuevos descubrimientos, nuevas concepciones hacen que haya que realizar continuas adecuaciones. La formación sexual no tiene fin, Siempre se está renovando, pues la sexualidad es cambiante, como es todo lo relativo al ser humano.

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