La lucha por el significado

Posted by Georgina Barbosa -

Nuestras experiencias fueron aisladas en el tiempo; pues a nivel de primaria, al no estar oficializada la educación sexual no se dispuso de continuidad en los cursos. Los trabajos fueron siempre con padres y alumnos resultando muy positivos en cuanto al interés con que ambos grupos participaban y la posterior comunicación que surgió entre padres e hijos que fue más allá de las charlas.

Trabajamos con el grupo de padres comentándoles el programa que se desarrollaría con ellos y con sus hijos, dejando siempre media clase para el diálogo. En .una sola ocasión realizamos la experiencia de traer los padres al aula, y sentándose en el fondo de la clase participaron del curso con sus hijos. Muy silenciosos en las primeras charlas en que los niños intervenían activamente, tomaron después la iniciativa dando una tónica especialísima al trabajo de grupo.

En una escuela de padres, en contacto con otros progenitores con su misma problemática pueden ir adquiriendo la seguridad necesaria para abordar esta temática. El poder discutir con otros, ayudar a otros, ser ayudados por la experiencia de otros padres y los consejos de los expertos, es una forma de prepararse para la función educativa que están llamados a cumplir.

La educación sexual es función también de la enseñanza curricular; la escuela debe ejercerla entre sus actividades, de una forma natural, sin dictados de clases especiales, llenas de misterio y expectativa, ni por personas especializadas sino "deben fusionarse en su conjunto, amalgamadas con el resto de las nociones correlativas y ser presentadas cuando su turno llega en los diversos capítulos de la enseñanza".

En todas las clases puede y debe darse enseñanza incidental a raíz de los mil acontecimientos en que está implícito lo sexual, nacimiento del hermano de un alumno, tristeza o agresividad de un niño por el nacimiento del hermano o embarazo de su madre, embarazo de la maestra, cartitas de amor inadecuadas por copia de la expresión adulta del amor o por uso de expresiones groseras, preñez de un animalito de estudio.

Algunas de esas cartitas nos dejan ver la intensidad con que el niño ama y reclama ser atendido.

Pablito, de 8 años a Adriana, de la misma edad, le tira la carta por debajo de la puerta "Por que sos linda, buena y sana, quiero casarme contigo. Contéstame mañana, si me decís que no, me voy a vivir con los indios"

Es la última vez que te digo, si no te arreglas conmigo te pego a la salida" Carlos, de 9 años a una compañera de clase. A la salida le pegó enojadísimo teniendo que intervenir ambas madres.

José Luis, de 12 años, en 6to. año, a Lidia, de 11, que está en el otro sexto, le da la carta al recreo y como la madre de la niña la viene a buscar diariamente, ella le entrega la carta a la maestra, diciéndole que quiere ir caminando con José Luis, pero no sabe qué hacer con su madre, pues no se anima a decirle.

"Lidia querida, amorosa mía cada día te quiero más: arregla para mañana a la salida y nos vamos caminando juntos. Cada vez que te veo bajar por la escalera el corazón me salta. Quiero darte un beso."

De Marisa, 8 años, a Daniel, de la misma edad, en tercer año los dos. Ella tiró siete cartas por debajo de la puerta de la casa de él y lo persigue constantemente.

Primera carta: "Daniel, te quiero mucho, cuando seas grande me voy a casar contigo, pero mañana me vas a dar un beso en la boca y arreglarme contigo"

Finalmente Daniel se aburre del asedio de ella y le pega.

Ultima carta: "Daniel, comprendo lo que me hiciste el viernes, te voy a perdonar, pero nunca más me pegues porque si no vos y yo no voy a ser más tu amiga".

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